Vivencias

Hace mucho tiempo, ya en el siglo pasado, empecé en el estadio de la depresión. En ese mundo caí un verano siendo adolescente, después de un curso de BUP muy exigente y autoexigente. Me sentía extenuado y sin fuerzas. Se manifestaron de repente delirios y fobia social. Tocó empezar las visitas frecuentes al psiquiatra y cambios de tratamiento. Estos cambios de medicación, literalmente me aceleraban o dormían. 

Mi entorno al verme así o huía o me ponía en entredicho. Aparte de luchar contra mi enfermedad, he tenido que lidiar contra acoso escolar. Incluso padres de amigos míos les han prohibido a sus hijos quedar conmigo. Por esta circunstancia me quedé solo y sufriendo mi enfermedad en solitario, gracias que tenía a mi familia, que no todo el mundo la tiene.

Pero después de mil y una medicaciones y terapias, resurgí. Mi estado de salud mejoró muchísimo, me formé y pude estudiar lo que me gustaba. Era el momento de pasar a otra etapa, el mundo laboral.

Las personas que padecemos problemas de salud mental tenemos una escasa tasa de empleabilidad. Apenas el 20% de nosotros tenemos trabajo. Pero eso no es lo peor. En mi caso, muchas empresas al ver mi certificado de discapacidad, me descartaban por mi enfermedad. Otras eran más comprensivas, pero por la subvención que obtenían al contratarme. 

Después de luchar lo indecible y mil entrevistas, he tenido varías veces oportunidades de trabajar. En el propio empleo, he tenido que luchar contra mi escasa regularidad y facilidad para enfermar. He estado de baja muchas veces por muchas recaídas depresivas y según pasaba esto me echaban. Pero he ido mejorando poco a poco con terapia, auto cuidado y quererme a mí mismo. He llegado a tener trabajo estable y de calidad.

Después de contaros mi experiencia en primera persona, quiero deciros que todo llega en esta vida, con lucha y constancia, pero la sociedad debe perder el miedo a las enfermedades mentales. Un diabético o una persona con una pierna rota, no está mal visto. Un bipolar o esquizofrénico sí. Las personas con problemas de salud mental podemos llevar a cabo cualquier acción con medicación, terapia y una vida tranquila y ordenada. ¡Somos capaces!

2 comentarios en “Vivencias

  1. Me siento algo identificada con esta viviencia personal . Pero yo tuve la suerte de que mis amigos verdaderos no me dejaron de lado y mi familia me apoya. El trabajo ya es otro tema, creo que las personas con enfermedades mentales tenemos más dificultades de que nos contraten porque hay mucho estigma. Este testimonio me hace tener más esperanza.

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