En nuestro colectivo, las personas con problemas de salud mental, hay una escasa tasa de inserción laboral, de diez personas en edad de trabajar, solo dos tienen un empleo.
Durante el largo camino que conlleva conseguir un trabajo, nos encontramos diversas dificultades causadas por la propia enfermedad mental, como el día a día, efectos secundarios de la medicación, las pequeñas recaídas.
Además, existen muchos prejuicios sociales. Se cree que las personas con problemas de salud mental, no podemos trabajar, que rendimos poco y que estamos siempre de baja. Tampoco en los medios de comunicación, se habla bien de nosotros con su lenguaje excluyente. A veces también luchamos contra nosotros mismos y no nos creemos capaces de “trabajar”. O en la familia no nos ven capaces de ello, y siendo mujer menos.
Pero nada es fácil en esta vida, hay que romper muchos muros. Para salir airoso, la rehabilitación requiere casi siempre, no solo estimular el cambio de la persona que tiene problemas de salud mental y su entorno, sino también conseguir la supresión de las barreras sociales que obstruyen su entrada en la sociedad.

Debemos trabajar en buscar trabajo, ya que en nuestro caso, para las personas que tenemos un problema de salud mental , es una medicina en sí misma. Un horario, una disciplina, el contacto con personas, todo pueden ser beneficios. Un buen apoyo familiar, además de un tejido empresarial concienciado y apoyos institucionales conseguirán nuestra inserción laboral.
¡Luchemos por alcanzar un trabajo los que no lo tenemos y por conservarlo los que lo hemos conseguido!
Ola!
Agradécese ler artigo realistas e bos referidos á saúde mental.
Grazas e moita sorte e ánimo na loita por un traballo estable, digno, etc de todos e todas as persoas.
Un saúdo.
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